Desde entonces Gena, un cocodrilo de 14 años, se niega a comer y parece aletargado.
"El teléfono empezó a sonar y el sonido venía del estómago de nuestro Gena, entonces comprendimos que no mentía", dijo Alexandra, una empleada del acuario que no reveló su apellido por no estar autorizada a hacer declaraciones.
Golovko reconoció que el accidente ocurrió por su culpa, ya que cuando extendió el brazo para tomar una foto de Gena cuando abría la boca dejó caer su teléfono Nokia al agua accidentalmente. "Debería haber sido una foto espectacular, pero no resultó así", dijo.
La mujer está resignada a perder su teléfono, pero quiere recuperar la tarjeta SIM que contiene fotos y sus contactos telefónicos.
Su problema sin embargo no es comparable al del cocodrilo, que no come ni mueve el intestino desde hace semanas y luce deprimido y dolorido.
El veterinario jefe de Dnipropetrovsk, Oleksandr Shushlenko, dijo que le tomarán una radiografía la semana próxima si se niega a seguir comiendo. Una operación quirúrgica para retirar el teléfono sería el último recurso, ya que la curación de los reptiles es lenta.
AP
