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Kimberly Sáenz, de 38 años, conocerá hoy cuál será su suerte
La exenfermera de origen hispano Kimberly Sáenz podría ser condenada hoy a pena de muerte, tras ser hallada culpable de la muerte de cinco pacientes, a los que inyectó cloro en un centro de diálisis en Texas.
Sáenz, de 38 años, deberá comparecer hoy a la corte del Condado de Angelia para conocer la sentencia. Si no es condenada a muerte, enfrentaría cadena perpetua.
Los hechos por los que se acusó a la exenfermera se remontan a abril del 2008, cuando la mujer laboraba en la clínica de diálisis DaVita, al sur de Houston, y se alegó que le suministró inyecciones de cloro a diez pacientes, cinco de los que fallecieron.
Según los testigos en el caso, Sáenz, quien había visitado páginas de Internet para conocer como se llevaba a cabo una intoxicación con cloro, extrajo el químico de un cubo de limpieza con una jeringuilla.
Sáenz fue despedida en abril de 2008 en medio de denuncias de un incremento en enfermedades y muertes en la mencionada clínica. Como parte de su defensa, sus abogados insistieron en que la fiscalía trató de responsabilizar a la mujer por la crisis en la institución hospitalaria.