Johnny Ventura Dice: “Tras Sobrepasar el Covid-19 Lloré Mucho de Emoción y de Agradecimiento”

Por: Ynmaculada Cruz Hierro /LD
Santo Domingo, RD. - Johnny Ventura todavía se conmueve cuando recuerda cómo un personal médico, al que nunca pudo verle la cara, se mantuvo cuidándolo y animándolo a mantener la fe viva de que superaría el co­ronavirus, Covid-19, mien­tras estuvo ingresado, durante cuatro días, en la unidad de cuidados intensi­vos del Centro de Diagnósti­co Medicina Avanzada y Te­lemedicina (Cedimat).

El popular artista domini­cano fue una de las prime­ras figuras de nivel público infectadas. Él venía de pa­sar por una intensa campa­ña a la alcaldía del Distrito Nacional y se mantuvo ex­puesto a la convivencia en­tre las multitudes.

En esos momentos, el miedo invadía a los domi­nicanos. El mundo enfren­taba a una enfermedad desconocida y con poca in­formación al respecto.

Mientras, en el país, el merenguero más impor­tante estaba en un escena­rio cercano a la muerte. El pueblo se unió en oración por su salud y días después el Caballo Mayor se levantó como un Lázaro a la vida.

Ya recuperado, Ventura confiesa nunca temió por su vida: “Durante este proce­so en muchas ocasiones no estuve consciente. Cuando lo estuve me mantuve tran­quilo y nunca pensé que iba a morir. A mí no se me afec­taron los pulmones. Siem­pre estuve respirando muy bien”.

Paradójicamente John­ny acababa de celebrar sus 80 años (cumplidos el 8 de marzo) con un encuentro entre sus mejores amigos. Inclusive, Grupo de Medios Telemicro le había dedicado toda una semana festiva.

“Venía de disfrutarme una gran fiesta y una cele­bración, y sentí que en el mejor momento se me fue la luz”, expresó ayer a Listín Diario.

Mandíbula desencajada

Ventura explicó que sintió síntomas de gripe y duran­te dos días había hecho fie­bre. “Mi familia comenzó a preocuparse porque esta­ba presentando todos los síntomas del Covid-19. Re­sulta que en medio de un bostezo se me desencajó la mandíbula y como estaba muy débil no podía llevarla a su lugar. Pasé toda la no­che adolorido y sin dormir. A media mañana sentí un desmayo y me acomodé en la cama. Luego perdí el co­nocimiento y desperté en Cedimat”, relata.

Esos días también se en­ contraba ingresado, y muy grave, el doctor y altruis­ta Félix Antonio Cruz Jimi­nián.

Según cuenta Johnny, los hijos de Cruz Jiminián hi­cieron todos los esfuerzos para que el tratamiento mé­dico que requería el corona­virus, que en ese momento era muy escaso en el país, a Johnny tampoco le faltara.

“Yo lloré mucho de emo­ción y de agradecimiento, porque además de contar con un equipo de enferme­ría, médicos y asistentes, tan pendientes, los hijos de Cruz Jiminián, en medio de su dolor y la preocupa­ción que le causaba la gra­vedad de su padre, se em­peñaron en conseguir los medicamentos para mí también. Eso me hizo llo­rar mucho”, recuerda Jo­hnny en sus declaraciones.

Miedo por su familia

Un miedo aterrador lo inva­día, cuando ya estando en cuarentena en su casa, temía por su familia, su esposa “Fifa”, como él le llama, sus hijos y sus nietos.

“Siempre le pedía a Dios que no permitiera que ninguno de mi familia estuviera contagiado por mi culpa”, comentó.

Luego agregó: “Sabía que no me iba a perdonar si a alguno de ellos les hubiera pasado algo. Imagínate, pa­ra mis nietos yo soy una especie de muñeco y ellos jue­gan encima de mí todo el tiempo”.

El protocolo obligó a todos los que tuvieron en contacto con él, sin protección, a someterse a una prueba a la que resultó negativa para todos.

Resistencia es la palabra que se ha quedado con el artista para continuar adelante. “Hay que prepararse para vivir en un mundo diferente”, concluyó.

 CLASE ARTÍSTICA

Por los músicos .

La clase artística ha sido una de las más golpea­das por el confinamien­to del Covid-19. Johnny Ventura no se explica có­mo el Estado ha deja­do desamparado a tan­tos trabajadores del arte, en especial a los músicos que viven de las fiestas y presentaciones.

“No tenemos palabras para describir como me siento, y ver a la clase ar­tística dominicana tan afectada y desampara­da. No es justo lo que es­tá pasando con nuestros músicos”, se lamentó el veterano artista, que trabaja con la orques­ta de su hijo Jandy Ven­tura.