Según informes obtenidos de buena fuente, cuando se produjo el ataque al militar, los haitianos escaparon apresuradamente en una motocicleta, y justo en su arranque para abandonar el área atropellaron al menor, causándole la muerte.
Enterada del hecho, la policía destacada en la zona desplegó de inmediato un operativo de búsqueda y captura de los perpetradores haitianos de esta acción.
Tras su labor de rastreo de estos individuos, las autoridades lograron localizar a los agresores y terminó arrestándolos. El ente policial recuperó el fusil de servicio del militar, y se incautó de un revólver que portaban los inmigrantes del país vecino, de cuyo número de participantes en el hecho se desconoce, por el momento.
Con estos nuevos datos revelados sobre el caso, que ha desatado indignación en Vallejuelo y localidades aledañas, queda descartada una versión primaria que hablaba de la muerte a tiros del menor por parte de haitianos.
El pequeño fue identificado por las autoridades como José David Montero Mora, hijo del ciudadano Julito Montero, residentes en el distrito municipal Jorgillo.
El cuerpo del menor estaba depositado en la morgue del hospital de Vallejuelo.
Este caso de típica delincuencia haitiana en Vallejuelo constituye un elemento más de su propagación a todo lo largo y ancho del territorio dominicano, temiéndose un mayor incremento en medio del flujo descontrolado a través de una frontera abierta, y que a pesar de los esfuerzos dominicanos por establecer controles de la migración ilegal, la población haitiana es cada día más patente en las calles y en la ocupación y levantamiento de hogares en diferentes espacios.
Estadísticas oficiales presentan una presencia de cuando menos 751.080 residentes haitianos, aunque independientemente se cree que, si se incluye a los indocumentados, la cifra ya supera el millón de habitantes del país vecino.
Los crímenes y delitos cometidos por haitianos ilegales han crecido de manera alarmante, como lo demuestra el alto número de presos indocumentados en las cárceles del país.
Esto aparte de los cientos de casos de infracciones a la ley y de los que se fugan y retornan a sus país, y para caso más grave retornan aquí, haciendo difícil su localización y llevarlos ante la justicia.
Actualmente hay aquí más de 2,000 haitianos en los recintos carcelarios, la mayoría en la Penitenciaria de La Victoria, imputados de multiplicidad de violaciones a leyes, principalmente homicidios y asaltos con armas de fuego.