"No deberían posponer el repliegue ni un solo día", advirtió la insurgencia a las fuerzas internacionales. La OTAN había anunciado que en 2014 se concretará la partida. Se complica una salida negociada
La respuesta del talibán a la declaración de la alianza atlántica en la cumbre de Lisboa no se hizo esperar. "La decisión de la OTAN de iniciar la retirada de sus fuerzas militares en Afganistán en 2014 es irracional. No deberían posponer la retirada de sus fuerzas ni un solo día", escribieron los radicales en un comunicado.
"En los últimos nueve años, los invasores no han podido establecer ningún sistema de gobierno en Kabul y tampoco serán capaces de hacerlo en el futuro", vaticinaron. La insurgencia condiciona el diálogo de paz con la administración central al repliegue inmediato de las tropas aliadas.
La OTAN anunció que en 2011 comenzará la transferencia del control del territorio a las fuerzas de seguridad afganas. El proceso se completaría a fines de 2014. Sin embargo, el secretario general de la organización, Anders, Fogh Rasmussen, aclaró que eso no implica la retirada total de los batallones.
Washington insiste en la necesidad de mantener un número acotado de soldados aún después del plazo estimulado. No permanecerían en misión de combate sino de apoyo y formación a los oficiales afganos.
Pero los extremistas "no esperarán a ningún calendario de retirada" gradual. Pidieron a los países vecinos y aliados que tomen "medidas drásticas" que aseguren "un futuro brillante a Afganistán", aunque no precisaron cuáles. ( EFE )