Los entretenimientos habituales de los más pequeños ¿realmente los ayudan a pensar?, ¿cómo influyen sobre ellos las nuevas tecnologías? o ¿de qué modo se puede crear un espacio de diálogo para que se expresen libremente?, son algunas de las preguntas que muchos adultos suelen hacerse, aunque no siempre encuentran la solución adecuada.
Elvira Giménez de Abad es psicopedagoga y desde hace años se dedica a la atención de niños, adolescentes y adultos con dificultades de aprendizaje, así como a la orientación familiar. En su nuevo libro "Chicos enchufados" -Editorial Grijalbo- se encuentran sugerencias y consejos de suma utilidad para que la tecnología se convierta en una fuente de oportunidades de desarrollo y aprendizaje para nuestros hijos, y no en una amenaza latente que pueda afectar su bienestar. Infobae América habló con la especialista acerca de estos nuevos desafíos.
¿De qué modo se puede acompañar a los niños en el uso creativo de los nuevos medios?
Lo más importante es acompañarlos, la presencia disponible del adulto y, en segundo término, verificar el uso que pueden darles a las diferentes tecnologías. Si hablamos de televisión, es necesario que los adultos supervisen el tipo de programación que verán los menores, qué tipo de publicidades pasan en esos programas y tratar de seleccionar aquellos adecuados a su edad, que no contengan escenas de violencia o que los padres consideren inapropiados. Más allá de estas tareas que tendrán que realizar los mayores, es positivo que luego de mirar algún programa o alguna película, conversen con los chicos acerca de lo que han visto y detectar si realmente han comprendido todo aquello que visualizaron. Una buena opción es hacerles preguntas acerca de los personajes, saber cuál les gustó más, cuál les gustaría ser o si pueden dibujarlo, por ejemplo. En pocas palabras, ir un poco más allá de encender y apagar el televisor. También es conveniente que cuando los mayores no estén de acuerdo con algún programa que no deseen que los niños vean, los ayuden a reflexionar acerca de los contenidos, si los personajes tienen algo en común con la familia o si el trato es cordial. Y tal vez en algún momento también haya que decir al niño que papá y mamá no quieren que vea una emisión televisiva porque no le hace bien. Siempre es el adulto el que regula el tiempo y el tipo de programas que los chicos ven. LEER MAS