El video del concierto nos muestra a Juan Rivera atacando a un pobre hombre como si fuera un animal. También vemos como Jenni Rivera cambia su rol de artista del concierto musical a una simple espectadora del show monstruoso que montó su hermano. En lugar de hacer algo para detener a su hermano, Jenni Rivera se quedó admirando el show.
Ahora Juan Rivera solo tiene excusas débiles y ridículas para justificar su cruel acto que por poco se convierte en masacre. Está claro que se le paso la mano. Aunque Jenni Rivera tiene planes de volver a presentarse en México, debemos de unirnos y como público nos debemos alejar de esta familia por nuestro propio bien y seguridad. Por desgracia, las presentaciones de Jenni Rivera han pasado de ser un pasatiempo familiar a una amenaza de peligro.
Por Selenia Caraveo
