Londres • Los familiares y amigos de Amy Winehouse rindieron en Londres un último homenaje a la diva del soul, en un funeral privado celebrado lejos de las cámaras.
El lugar y la hora de la ceremonia se mantuvieron en secreto para respetar el carácter privado de las exequias de la cantante muerta a los 27 años, llorada desde hace cuatro días por millones de fans. Pese a ello, admiradores y fotógrafos se congregaron a lo largo de la carretera que conduce al cementerio de Edgwarebury.
La joven, de confesión judía, vivía en el norte de Londres, donde se encuentra también el domicilio de sus padres.
Entre los presentes, varios centenares en total, estaba Mark Ronson, productor de una parte del álbum "Back to Black" en 2006, que convirtió a Amy Winehouse en una estrella.