El Príncipe Guillermo y Catalina Celebraron su Primer Aniversario de Boda


LONDRES — El príncipe Guillermo y su esposa Catalina celebraron este domingo su primer aniversario de boda "de forma privada", declaró un portavoz del palacio de Saint James.
Los duques de Cambridge pasan un fin de semana "con amigos", añadió. Según el Mail on Sunday, los dos asistieron el sábado a la boda de una amiga de Catalina. En una de las fotografías publicadas por el periódico se ve a Catalina, con un vestido en tonos azules, bajo un paraguas sostenido por su esposo.
Lejos de la efervescencia mediática suscitada el año pasado por una boda de cuento de hadas, el primer aniversario de esta unión pasó casi desapercibido en las portadas de los diarios. En su primer año de matrimonio, Catalina y Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona, fueron ejemplares, según los comentaristas reales.
Ahora, los periodistas están atentos a la silueta de la joven de 30 años con la esperanza de detectar señales anunciadoras de un embarazo. Desde su boda, los Duques de Cambridge llevaron a cabo una exitosa gira por Canadá y California, se reunieron con el presidente de Estados Unidos Barack Obama y su esposa Michelle, y congregaron a muchedumbres en cada una de sus apariciones.
Catalina incluso se hizo un lugar en la prestigiosa lista de las 100 personalidades más influyentes de la revista estadounidense Time. En estos 12 meses, sin embargo, el matrimonio ha pasado menos tiempo junto de lo que hubiese querido, sobre todo debido a la misión de casi siete semanas que efectuó el príncipe Guillermo en febrero y marzo pasado en las islas Malvinas, como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate.
Catalina aprovechó esta separación para cumplir con sus primeros compromisos en solitario, antes de asumir un mayor protagonismo con su esposo en los actos por el 60 aniversario de la ascensión al trono de Isabel II, que les llevarán de nuevo de gira, esta vez por Singapur, Malasia, Tuvalu y las islas Salomón.
La pareja abandonará en 2013 la casa de Gales donde llevan una vida normal cerca de la base aérea donde trabaja Guillermo, para instalarse en un gran apartamento en el palacio de Kensington, en el centro de Londres, lo que debería ponerles aún más bajo los focos.
AFP