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Tal parece que los amigos de las imágenes indiscretas no piensan ni por un momento en el daño que pueden causar al perseguir a un artista en plena autopista, con el único fin de tomarle una fotografía y obtener la exclusiva.
El joven canadiense con toda razón se siente asediado por los paparazzi, no hay lugar que él vaya que no sienta su presencia, incluso su intimidad familiar y personal se ha visto afectada por estas continuas persecuciones, que no le dan paz y tranquilidad.
Paul Raef de 30 años fue demandado y acusado por manejar con imprudencia y manejar demasiado cerca a otro automóvil.
Justin Bieber, por supuesto no es el único que ha expresado sus problemas con los paparazzis, ya es una constante en el mundo del espectáculo este tipo de quejas. Lógicamente que cuando se es famoso hay que estar consiente de todo lo que ello implica, y entre estas está el que se convierte en persona pública y ser asediado por los medios en todo momento, lo cual le limita su vida privada y andar con tranquilidad por las calles como cualquier otra persona.
