Los Warriors Golden State, California, se coronaron Campeones de la NBA después de vencer a los Cavaliers de Cleveland por segunda vez consecutiva en lo que era la cuarta final seguida entre ambos equipos. Así como en 2015 y 2017, el equipo de estrellas dirigido por Steve Kerr (excampeón con los Bulls), comandado por Steph Curry y Kevin Durant, doblegó a los Cavs de LeBron James, que se conforman con la victoria en 2016.
El partido terminó 108-85.
Kevin Durant ganó el premio de jugador más valioso de las finales, por segunda vez consecutiva.
A diferencia de los tres años anteriores, la final se liquidó en cuatro partidos: cuatro victorias contundentes de los Warriors. El partido más reñido fue el primero, cuando por un error de JR Smith el encuentro se fue a tiempo extra al terminar empatado en los cuatro cuartos y en el que finalmente los Warriors dominaron. A pesar de los 51 puntos de LeBron James (quien es el único motor equipo de Ohio), los Warriors se impusieron.
El segundo partido se vio marcado por la gran actuación de Steph Curry y su récord de 9 triples en finales, mientras que el protagonista del tercer encuentro fue Kevin Durant, quien con 43 puntos selló su mejor actuación en playoffs.
En el cuarto partido Curry volvió a ser el jugador destacado, con 37 puntos. James, el mejor de los Cavs, anotó 23.