Un alegado miembro de la Guardia Presidencial murió durante un enfrentamiento a tiros con agentes policiales, que lo perseguían luego que atracara a un sargento retirado en el sector San Juan Bosco de la Capital, en hecho ocurrido en momentos en que el presidente Leonel Fernández se dirigía al Palacio Nacional.
La balacera, que se produjo alrededor de las 10:30 de la mañana, causó gran confusión entre los periodistas que cubren la Casa de Gobierno, que pensaron que se trataba de una agresión al presidente Fernández.
Los miembros de la patrulla de la Policía perseguían a Freddy Saúl Féliz (Rauddy), alertados por un ciudadano de que asaltaba al sargento retirado Julio César Morales, de 57 años, cuando éste salía de su residencia.
Sin embargo, el alegado atracador, quien era raso del Ejército Nacional y que pertenecía a la Guardia Presidencial, disparó contra los agentes quienes repelieron la agresión, dándole muerte en la parte trasera de la casa número 19 de la calle Cachimán, donde se presentaron el director y subjefe de la Guardia Presidencial, y agentes policiales, que debieron apartar a decenas de curiosos que observaban el cadáver del supuesto delincuente, en tanto que el sargento retirado Julio César Morales, herido por Féliz con su propia arma, fue trasladado a la Clínica Abreu.
Se informó que a Freddy Saúl Féliz (Rauddy) le tocaba cubrir la ruta del presidente Fernández este lunes y no se había presentado.
De acuerdo con informaciones que ofreció el coronel Aquino, recibieron la llamada de un ciudadano de que atracaban un señor en la referida vía, próximo al Palacio Nacional, y al acudir al lugar vieron un hombre corriendo con dos armas de fuego en las manos y se produjo una balacera cuando el presunto atracador subió al techo de la casa número 19 en la calle Cachimán, desoyendo la orden de que levantara las manos.
Víctor Pérez, residente en el sector, explicó que el miembro de la escolta presidencial estaba encima de la casa y él llamo a la Policía, pero éste disparó a los agentes, los cuales le pedían que saliera con las manos en alto.
Moradores de San Juan Bosco resaltaron la tradicional tranquilidad de la zona, pero se quejaron de que delincuentes procedentes de otros sectores de la Capital se trasladan a ese barrio y mantienen en zozobra a sus residentes.
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