Un Lamborghini Gallardo fue destruida por un grupo de hombres en la ciudad china de Qindao. El propietario del coche deportivo italiano decidió aplastar a mostrar su decepción con Lamborghini.
El Lamborghini Gallardo fue comprado hace seis meses, pero el motor no se pudo iniciar el 29 de noviembre de 2010. El propietario en contacto con el concesionario de Lamborghini en Qingdao y se transportaron a los Gallardo a su centro de mantenimiento. El problema de motor no se resolvió, sino que el parachoques y el chasis fueron dañados por el transporte. El dueño se quejó por el distribuidor pero se negaron a asumir la responsabilidad en este asunto, por lo que el propietario enojado contacto Lamborghini CEO Stephan Winkelmann, la sede de la marca en China, su después de jefe de servicio post-venta para la región Asia-Pacífico, y el propietario de la marca del Grupo Volkswagen, pero el problema no se resolvió.
Enojado sobre el servicio, el propietario sintió que su derechos de los consumidores fueron ignoradas. Así que decidió que la mejor manera de llamar la atención era destruir su auto el 15 de marzo, que también es el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. Al parecer, contrató a gente para destruir públicamente su coche con martillos y formular su declaración. Esta protesta se hizo para provocar el apoyo del público y de incitar a los fabricantes a respetar sus derechos de los consumidores.
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