Los secuestradores de Jaycee Dugard, la menor que permaneció 18 años en cautividad, pasarán el resto de sus vidas entre rejas, después de que este jueves se dictara sentencia en el condado de El Dorado, al norte de California.
Phillip Garrido, violador confeso de 60 años, fue condenado a 431 años de prisión, y su mujer de 55, Nancy Garrido, que le asistió en el delito durante años, fue condenada a 36 años.
El fiscal del distrito presente en la sala describió a Phillip Garrido como un "depredador sexual que le robó la infancia y la inocencia a una niña de 11 años. Las acciones de Garrido provocaron a su madre una pesadilla de 18 años de duración".
Después, prosiguió al señalar que el secuestrador "no tiene alma". "Lo que has hecho estás mucho más allá de ser horrible", añadió.
También hubo tiempo para leer las palabras de la joven víctima, secuestrada en 1991 mientras estaba en una parada de autobús de South Lake Tahoe y frente a los ojos de su padrastro. "A Phillip Garrido, decirle que odié cada segundo de cada día de esos 18 años por tu culpa. A ti Nancy, no tengo nada que decirte".
La joven, en libertad desde hace dos años, fue violada en repetidas ocasiones durante su cautiverio y tuvo dos hijos con Garrido a consecuencia de esos abusos. El primero de esos bebés nació cuando Dugard contaba con 14 años de edad y el segundo, a los 17.
Dugard, que ahora tiene 31 años, no salió de la casa durante los primeros cuatro años de secuestro, y después le fue permitido cierto movimiento por el jardín trasero de la vivienda, donde Garrido y su mujer instalaron una tienda de campaña.
Pese a la intensa búsqueda policial, nunca pudieron dar con ella, hasta que entró por su propio pie en una comisaría de policía del área de San Francisco, en agosto de 2009.