
Prensa Latina pudo comprobar que las escaramuzas ganaron en intensidad esta tarde en la calle Mohamed Mahmoud, ahora convertida en una suerte de frontera entre activistas y uniformados por ser una vía directa hacia el referido ministerio.
Los opositores que demandan la renuncia del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) crearon tres niveles de barricadas aprovechando hierros, mobiliario dañado, vallas policiales, contenedores de basura y escombros para bloquear el acceso a la plaza.
Por quinto día consecutivo, la atmósfera en esa zona de la capital seguía irrespirable debido al cúmulo de gases lacrimógenos disparados por la policía para mantener a raya a los activistas que, como cuando la revuelta contra Hosni Mubarak, se atrincheraron en Tahrir.
Tanto en la emblemática plaza como en sus alrededores uno de los negocios más rentables es desde hace días la venta de máscaras antigas, a un equivalente de casi dos dólares, que utilizan los manifestantes para resistir el clima asfixiante.
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