Otro jefe policial asesinado en México

El general Manuel Farfán había asumido hace un mes la dirección de Seguridad en el violento estado fronterizo de Tamaulipas. Su guerra contra los "coyotes"que operan en el límite con los EEUU le costó la vida

Hay algunas profesiones que se transformaron en un trabajo de riesgo en ciertas zonas de México, en especial si el destino es alguno de los estados copados por el crimen organizado que, en medio de disputas, pugnan por el control del tráfico de droga. Ser policía, funcionario público e, incluso alcalde, está prácticamente vedado.

Por esta razón los puestos cambian de titulares prácticamente todos los meses. Esta fue la situación que se dio en Nuevo Laredo, ubicado en el estado de Tamaulipas.El 1 de enero, el general Farfán debió asumir la jefatura de policía del municipio para intentar dotar a la institución de cierta estabilidad.

Comenzó su trabajo lanzando duras advertencias. De hecho, en su última aparición pública, a 27 días de haber empezado su tarea, presentó públicamente una lista de hombres buscados. Se trataba de una circular, con retratos de los sospechosos que - en sus propios dichos- "se dedican a estafar a compatriotas que van o regresan de los Estados Unidos". Los nombres identificados son "Coyotes", como se los llama allí.

Farfán, además, inició una campaña pública que incluyó la colocación de los carteles con las imágenes de los sospechosos en diferentes cruces de Nuevo Laredo y en el Consulado General de México en Laredo, Texas (EEUU), para advertir a los turistas antes de ingresar a territorio mexicano.  LEER MAS: infobae