Un nuevo terremoto sacude la costa occidental de Japón y ya hay más de 600 fallecidos
Un nuevo terremoto de 6,6 grados en la escala de Richter sacudió las provincias de Nagano y Niigata, en la costa occidental de Japón, tan sólo trece horas después del devastador seísmo de 8,8 grados y posterior tsunami que han arrasado la costa oriental del país. Una de las consecuencias más importantes ha sido la fuerte explosión que se ha registrado en una torre eléctrica situada cerca de un reactor de una de las plantas nucleares de Fukushima (a 240 kilómetros de Tokio), y que ha obligado a ordenar la evacuación de unas 45.000 personas. El primer ministro japonés, Naoto Kan, que viajó a Fukushima para inspeccionar la planta donde la radiación había subido a un nivel inusual, ha afirmado que se han liberado "mínimas cantidades de radiación" y la Agencia de Seguridad Nuclear ha dicho que no entraña un riesgo para la salud de los residentes, aunque a primera hora se amplió el área de evacuación desde 3 a 10 kilómetros. El Ministerio de Defensa dijo que cerca de 1.800 viviendas en la provincia oriental de Fukushima han quedado destruidas. Tras el devastador seísmo, el recuento oficial realizado por la Policía de Japón confirma que los fallecidos ascienden ya a 600 y hay más de 1.000 desaparecidos. En su caso, algunos medios como la agencia local Kyodo estiman que la cifra inal de víctimas superará los 1.200 en al menos nueve provincias niponas. Las redes sociales se convirtieron en el medio utilizado por centenares de miles de personas para tranquilizar a familiares, comentar situaciones o dar localizaciones, y en pocas horas se acumularon miles de mensajes, dado que la telefonía móvil y fija no funcionaban. El ministro portavoz, Yukio Edano, ha admitido durante una reunión del comité de emergencia en Tokio que se cree que más de mil personas han perdido sus vidas a causa del seísmo, el "mayor desde la era Meiji" a finales del siglo XIX, desde que se registran datos. El primer ministro, Naoto Kan, informó de que 50.000 militares se dedicarán a las labores de rescate en las provincias afectadas del noreste de Japón. Unos 190 aviones y 25 barcos ya han sido desplegados para las tareas de búsqueda, en las que fuerzas de Estados Unidos colaborarán con sus barcos para el transporte de efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército nipón). En la provincia oriental de Iwate, algunas ciudades fueron prácticamente barridas del mapa por el tsunami que provocó el seísmo, con olas de hasta diez kilómetros de altura. En Sendai, una ciudad de un millón de habitantes que es capital de la provincia de Miyagi, entre 200 y 300 personas se ahogaron por el tsunami, aunque sus cadáveres no han podido todavía ser recuperados, según la policía local. EFE