Breivik "dijo en varias ocasiones que contaba con ser abatido", declaró el abogado, Geir Lippestad, a la televisión pública noruega NRK. Precisó que el confeso autor del doble atentado en la capital noruega esperaba recibir un disparo durante su traslado o su llegada al tribunal este lunes.
Según relató el letrado, el asesino de 32 años "no se sorprendió", sino que "se tomó las cosas con calma" cuando dos personas golpearon el vehículo en el que se desplazaba y lo insultaron metros antes de llegar al lugar.
Breivik compareció este lunes ante la Justicia para prestar testimonio por lo que se convirtió en una de las peores matanzas en la historia del país. Allí confesó haber recibido ayuda de dos células terroristas para el ataque con explosivos a la sede de Gobierno en el centro de Oslo y la posterior masacre en la isla de Utoya, episodios que se han saldado hasta el momento con 76 muertes. Buscaba "salvar a Europa occidental de la influencia musulmana", dijo.
La audiencia en la que declaró no fue transmitida y la prensa no tuvo acceso, según los requerimientos de la Justicia. No obstante, el fiscal que investiga el caso informó luego que el hombre se mostró dispuesto a pasar el resto de su vida en la cárcel.